Elena Herreros Rivas |
ARRIBA LAS MANOS, ESTO ES UN ATRACO!
Con
la sanidad pública y salud de los españoles no se juega. Pero parece ser que
esto no les importa mucho a los políticos, con dinero suficiente para pagarse
un seguro médico privado, ya que, en contra de la voluntad de muchos españoles,
y por la parte que me toca madrileños, han llevado a cabo su gran proyecto de
privatizar la gestión pública de Hospitales y ambulatorios, concretamente 6
hospitales y 27 centros de salud. La gestión económica no debe depender de ideologías
sino de eficiencia social, y por los estudios y encuestas que yo he leído, así
como por las palabras de Ignacio González, los ciudadanos madrileños, hasta la
privatización y las revueltas que ésta ha conllevado, estaban contentos que sus
centro de salud y hospitales públicos.
El
proceso de privatización de la sanidad pública madrileña se ha llevado a cabo
al margen de la ciudadanía, muestra de ello es el rechazo masivo que provocado
dicho proceso presentado por el gobierno del PP en Madrid. Son miles los
ciudadanos, muchos de ellos trabajadores de la sanidad pública, que han salido
diariamente a las calles a mostrar su total desacuerdo con lo que se ha llevado
a cabo. A esto hay que añadir la total opacidad, falta de transparencia y de
razones tanto económicas como existenciales que lo justifiquen. En relación con
esta falta de transparencia se ha pronunciado la coportavoz de EQUO Madrid,
Inés Sabanés, que ha afirmado que “el proceso de privatización en la Comunidad
de Madrid está bajo sospecha desde el 2008, porque la falta de transparencia y
el continuo trasvase de directivos, gestores y políticos entre la
Administración del PP y las empresas con intereses en la Sanidad Madrileña, ha
sido constante. Y ahora se nos presenta un plan que supone un paso más en esta
privatización, mientras seguimos sin saber por qué hay que privatizar nuestra
sanidad ni la realidad de lo que esto supone”.
Según
la economista Beatriz González López-Valcarcel uno de los riesgos, entre otros
muchos, de la privatización de la Sanidad pública es que movidos por una
necesidad de pagar las nóminas del mes que viene se firmen contratos muy a la
baja de modo que no permita cubrir el coste real y dentro de unos años haya que
rescatar a las empresas privadas. Porque, como bien explica esta Catedrática en
Economía, el déficit no se acumularía en las cuentas públicas, que visto lo
visto y la tanda de recortes que llevamos hasta ahora es lo que más preocupa al
Gobierno del PP, sino que se acumularía en las cuentas privadas, por lo que al
final acabaría aflorando.
Lo
que nos faltaba!! Ya hemos tenido que rescatar a los bancos, un dinero que
tendremos que devolver con intereses y que saldrá del bolsillo de todos los
españolitos, como para tener que rescatar en unos años al sector privado.
Poniéndonos en el mejor de los casos, es decir, que la gestión privada obtenga
beneficios de esta gestión ¿De cuánto
dinero estaríamos hablando? El diario digital eldiario.es afirma que la
privatización de seis hospitales madrileños abre un negocio de más de 400
millones de euros para las empresas del sector por la atención sanitaria de más
de un millón de ciudadanos. Cuando en septiembre de 2008 el entonces consejero
de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, realizó una exposición
en el Hotel Ritz de la capital acerca de las infraestructuras sanitarias de la
región la tituló “Oportunidades de negocio”. Adivinen quien conformaba el
auditorio de la exposición… Ni más ni menos que una selección de empresarios
del sector de la Sanidad. Entonces se planteaba cuatro hospitales totalmente
externalizados. Un año más tarde, el negocio crecía y en la actualidad no les
quiero ni contar lo que ha dado de sí.
Con
la transformación del sistema, compañías como Capio Sanidad, Ribera Salud,
Sanitas, USP-Quirón, DKV, Asisa (todas ellas presentes en centros públicos con
gestión privada en España) ven ampliado su mercado potencial a golpe de
decisión política.
El Consejero de Sanidad madrileño, Javier Fernández Lasquetty, ha contado que el precio por habitante que pagan las arcas públicas en estos sistemas es de 441 euros. Sin embargo, el convenio que rige, por ejemplo, Torrejón de Ardoz recoge un pago de 571 por habitante y año. En todo caso, con la cifra escogida por el Gobierno de Ignacio González, se abre un negocio de, aproximadamente, 497 millones de euros al año. No está mal, eh?
En España operan en Hospitales públicos diversas compañías
como Capio Sanidad (que factura unos 500 millones al año), Ribera Salud, que
facturó 380 millones en 2011, el doble que un año antes. Estas 2 corporaciones
gestionan ya hospitales en Madrid. Así que prepárense porque la obtención de
beneficio es lo primero para estas compañías. ARRIBA LAS MANOS, QUE ESTO ES UN
ATRACO!!
Son múltiples las razones en contra de la privatización de la
sanidad pública, como por ejemplo las siguientes que les voy a citar:
1.
La Sanidad pública en España, frente al tópico extendido, no
es insostenible, ineficaz ni cara. Al contrario, es de las más baratas y
eficientes del mundo. Somos uno de los países que menos porcentaje de renta
destina a su sistema público de salud: el 6,25% del PIB, unos 1500 euros al año
por persona. Con este presupuesto el Estado da una cobertura casi universal.
Gastamos menos que el resto de Europa, de ahí el turismo sanitario. Por
delante, tenemos 11 países europeos como Alemania o Finlandia. Pese a eso, la
sanidad pública española ha sido más eficiente.
2.
Por descontado, estas empresas no se vayan a pensar ustedes
que son ONG´s ni mucho menos. Pretender ganar dinero, así que al coste del
hospital habrá que sumar su margen comercial, es decir, su beneficio. Una de
ellas, la más grande de las que opera en España y que ya he citado
anteriormente, se llama Capio y pertenece a un fondo de inversión
estadounidense, CVC, que PRESUME de “multiplicar por 2,7 el retorno de las
cantidades invertidas”. Este negocio, obviamente, va a salir de su salud.
3.
Incluso suponiendo que lo privado funcionara mejor que lo
público, que ya es mucho suponer, para que tal cosa suceda hace falta algo en
el mercado que en este modelo no existirá: COMPETENCIA. No la habrá porque el
ciudadano no suele elegir a que hospital privatizado va. Cada empresa
concesionaria, y hay apenas tres, explotará su centro sin que los recortes en
su calidad afecten a sus ingresos. Así, convertiremos un servicio público
eficiente y barato en lo más ineficaz que hay ahora para el enfermo, mañana
consumidor: un OLIGOPOLIO PRIVADO.
4.
La Comunidad de Madrid apenas ha dado datos. Solo dice que
los hospitales públicos cuestan de media 600 euros por habitante y que los
privatizados salen solo por 411 euros. Sin embargo, estas cifras son bastante
discutibles porque los privatizados NO asumen costes que sí están en los
grandes hospitales públicos, como trasplantes o investigación. Además, a los
411 euros hay que sumar el canon por la construcción del centro, también
privada, y el de administración, con lo que la cifra real es mayor. ¿Cuánto? No
lo sabemos. Nos falta información. Lo poco que ha explicado el PP madrileño de
su modelo, una reforma del sistema sanitario que después será difícil de
corregir, son once folios. Es un informe mínimo que no justifica una
transformación tan radical.
5.
Sin embargo, si sabemos que algunos hospitales saldrán más
caros para la Comunidad de Madrid cuando sean privatizados de lo que ahora lo
son siendo públicos. El Hospital Infanta Leonor de Vallecas, por ejemplo,
cuesta al año 100 millones de euros. Atiende a 325.000 madrileños, por lo que
la concesionaria que se quede esta joyita, a 411 euros por habitante, recibirá
143 millones de euros al año. Es decir, que el “ahorro” de la privatización nos
saldrá un 43% más caro nada más empezar. Un negocio genial, ¿Verdad?
6.
Por último señalar que las dos autonomías que, antes que
Madrid, han sido pioneras en España en este modelo privatizador con Catalunya y
la Comunidad Valenciana. Las dos están hoy quebradas, en gran medida por sus
costes sanitarios. ¿De verdad queremos seguir el ejemplo de ellas?
Pues ahí está el problema. Ningún político se ha parado a
escucharnos, y mira que lo han tenido fácil con manifestaciones diarias,
manifiestos… en los que los ciudadanos madrileños exponíamos nuestras razones
en desacuerdo con la privatización. Pero señores “la pela es la pela”, y parece
ser que los políticos madrileños están más por eso que por mantener el Estado
de Bienestar, cuyo pilar principal es la sanidad unido a la educación. Son
muchas las personas que lucharon hace décadas para implantar el Estado de
Bienestar, un concepto con el que se designa a un modelo general de Estado y de
la organización social, según la cual el Estado provee ciertos servicios o
garantías sociales a la totalidad de los habitantes de un país. Entre estos
servicios se encuentra la sanidad.
Y yo me pregunto, ¿mejorará la sanidad pública por cederla a
manos privadas? Pues NO. Los centros públicos tienen problemas derivados de la
falta de instrumentos de gestión. Quizás la solución sea cambiar estas
herramientas y conseguir que los gestores públicos tengas las mismas armas que
los privados. Pero no es bueno trasladar la idea de que como la legislación del
sistema público es muy restrictiva y hay poca capacidad de acción hay que
desprenderse de los centros y dejarlos en manos privadas, que tratan de
maximizar beneficios.
Esta ansia de lucro puede traducirse en una caída de
la calidad asistencial. Todo dependerá del nivel de control que pueda tener la
autoridad pública sobre las empresas. El problema radica en si esta autoridad,
con la información de la que dispone y los recursos que tiene, es capaz de
controlarla. Y que quieren que les diga pero me parece que la autoridad pública
tiene poco o ningún control sobre las empresas, sino más bien todo lo
contrario. Son las empresas privadas las que, como estaos viendo cada día,
dominan a esta autoridad pública. En definitiva, si para ganar beneficio se
tiene que producir una caída de la calidad asistencial, así será. Aquí lo
primero es el dinero, que “la pela es la pela” y para la empresa privado eso va
por delante.
En Estados Unidos, un país liberal económicamente
hablando, dos tercios de los hospitales son instituciones no lucrativas. Esto
no puede ser casualidad, el sistema se dotó de mecanismos para que el ansia de
lucro no afectara a la calidad médica y asistencial.
Si les
soy sincera me da miedo pronosticar cual puede ser el futuro de España después
de los pasos que se están llevando a cabo. El problema del sector sanitario
privado no es tanto su ánimo de lucro, que también, como que los dueños de
estas empresas que antes eran profesionales del sector ahora son firmas de
capital riesgo internacionalizadas. Ya no sabemos en manos de quien estarán
nuestros hospitales privatizados. Si van a ser comprados, vendidos, o por quién
van a serlo
es peor que un atraco. Es un delito de primera magnitud
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