lunes, 14 de enero de 2013

ARRIBA LAS MANOS, ESTO ES UN ATRACO

Elena Herreros Rivas 


ARRIBA LAS MANOS, ESTO ES UN ATRACO!

Con la sanidad pública y salud de los españoles no se juega. Pero parece ser que esto no les importa mucho a los políticos, con dinero suficiente para pagarse un seguro médico privado, ya que, en contra de la voluntad de muchos españoles, y por la parte que me toca madrileños, han llevado a cabo su gran proyecto de privatizar la gestión pública de Hospitales y ambulatorios, concretamente 6 hospitales y 27 centros de salud. La gestión económica no debe depender de ideologías sino de eficiencia social, y por los estudios y encuestas que yo he leído, así como por las palabras de Ignacio González, los ciudadanos madrileños, hasta la privatización y las revueltas que ésta ha conllevado, estaban contentos que sus centro de salud y hospitales públicos.

El proceso de privatización de la sanidad pública madrileña se ha llevado a cabo al margen de la ciudadanía, muestra de ello es el rechazo masivo que provocado dicho proceso presentado por el gobierno del PP en Madrid. Son miles los ciudadanos, muchos de ellos trabajadores de la sanidad pública, que han salido diariamente a las calles a mostrar su total desacuerdo con lo que se ha llevado a cabo. A esto hay que añadir la total opacidad, falta de transparencia y de razones tanto económicas como existenciales que lo justifiquen. En relación con esta falta de transparencia se ha pronunciado la coportavoz de EQUO Madrid, Inés Sabanés, que ha afirmado que “el proceso de privatización en la Comunidad de Madrid está bajo sospecha desde el 2008, porque la falta de transparencia y el continuo trasvase de directivos, gestores y políticos entre la Administración del PP y las empresas con intereses en la Sanidad Madrileña, ha sido constante. Y ahora se nos presenta un plan que supone un paso más en esta privatización, mientras seguimos sin saber por qué hay que privatizar nuestra sanidad ni la realidad de lo que esto supone”.

Según la economista Beatriz González López-Valcarcel uno de los riesgos, entre otros muchos, de la privatización de la Sanidad pública es que movidos por una necesidad de pagar las nóminas del mes que viene se firmen contratos muy a la baja de modo que no permita cubrir el coste real y dentro de unos años haya que rescatar a las empresas privadas. Porque, como bien explica esta Catedrática en Economía, el déficit no se acumularía en las cuentas públicas, que visto lo visto y la tanda de recortes que llevamos hasta ahora es lo que más preocupa al Gobierno del PP, sino que se acumularía en las cuentas privadas, por lo que al final acabaría aflorando.


Lo que nos faltaba!! Ya hemos tenido que rescatar a los bancos, un dinero que tendremos que devolver con intereses y que saldrá del bolsillo de todos los españolitos, como para tener que rescatar en unos años al sector privado. Poniéndonos en el mejor de los casos, es decir, que la gestión privada obtenga beneficios de esta gestión ¿De cuánto dinero estaríamos hablando? El diario digital eldiario.es afirma que la privatización de seis hospitales madrileños abre un negocio de más de 400 millones de euros para las empresas del sector por la atención sanitaria de más de un millón de ciudadanos. Cuando en septiembre de 2008 el entonces consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, realizó una exposición en el Hotel Ritz de la capital acerca de las infraestructuras sanitarias de la región la tituló “Oportunidades de negocio”. Adivinen quien conformaba el auditorio de la exposición… Ni más ni menos que una selección de empresarios del sector de la Sanidad. Entonces se planteaba cuatro hospitales totalmente externalizados. Un año más tarde, el negocio crecía y en la actualidad no les quiero ni contar lo que ha dado de sí.

Con la transformación del sistema, compañías como Capio Sanidad, Ribera Salud, Sanitas, USP-Quirón, DKV, Asisa (todas ellas presentes en centros públicos con gestión privada en España) ven ampliado su mercado potencial a golpe de decisión política.

El Consejero de Sanidad madrileño, Javier Fernández Lasquetty, ha contado que el precio por habitante que pagan las arcas públicas en estos sistemas es de 441 euros. Sin embargo, el convenio que rige, por ejemplo, Torrejón de Ardoz recoge un pago de 571 por habitante y año. En todo caso, con la cifra escogida por el Gobierno de Ignacio González, se abre un negocio de, aproximadamente, 497 millones de euros al año. No está mal, eh?
En España operan en Hospitales públicos diversas compañías como Capio Sanidad (que factura unos 500 millones al año), Ribera Salud, que facturó 380 millones en 2011, el doble que un año antes. Estas 2 corporaciones gestionan ya hospitales en Madrid. Así que prepárense porque la obtención de beneficio es lo primero para estas compañías. ARRIBA LAS MANOS, QUE ESTO ES UN ATRACO!! 

Son múltiples las razones en contra de la privatización de la sanidad pública, como por ejemplo las siguientes que les voy a citar:

1.      La Sanidad pública en España, frente al tópico extendido, no es insostenible, ineficaz ni cara. Al contrario, es de las más baratas y eficientes del mundo. Somos uno de los países que menos porcentaje de renta destina a su sistema público de salud: el 6,25% del PIB, unos 1500 euros al año por persona. Con este presupuesto el Estado da una cobertura casi universal. Gastamos menos que el resto de Europa, de ahí el turismo sanitario. Por delante, tenemos 11 países europeos como Alemania o Finlandia. Pese a eso, la sanidad pública española ha sido más eficiente.
2.      Por descontado, estas empresas no se vayan a pensar ustedes que son ONG´s ni mucho menos. Pretender ganar dinero, así que al coste del hospital habrá que sumar su margen comercial, es decir, su beneficio. Una de ellas, la más grande de las que opera en España y que ya he citado anteriormente, se llama Capio y pertenece a un fondo de inversión estadounidense, CVC, que PRESUME de “multiplicar por 2,7 el retorno de las cantidades invertidas”. Este negocio, obviamente, va a salir de su salud.
3.      Incluso suponiendo que lo privado funcionara mejor que lo público, que ya es mucho suponer, para que tal cosa suceda hace falta algo en el mercado que en este modelo no existirá: COMPETENCIA. No la habrá porque el ciudadano no suele elegir a que hospital privatizado va. Cada empresa concesionaria, y hay apenas tres, explotará su centro sin que los recortes en su calidad afecten a sus ingresos. Así, convertiremos un servicio público eficiente y barato en lo más ineficaz que hay ahora para el enfermo, mañana consumidor: un OLIGOPOLIO PRIVADO.
4.      La Comunidad de Madrid apenas ha dado datos. Solo dice que los hospitales públicos cuestan de media 600 euros por habitante y que los privatizados salen solo por 411 euros. Sin embargo, estas cifras son bastante discutibles porque los privatizados NO asumen costes que sí están en los grandes hospitales públicos, como trasplantes o investigación. Además, a los 411 euros hay que sumar el canon por la construcción del centro, también privada, y el de administración, con lo que la cifra real es mayor. ¿Cuánto? No lo sabemos. Nos falta información. Lo poco que ha explicado el PP madrileño de su modelo, una reforma del sistema sanitario que después será difícil de corregir, son once folios. Es un informe mínimo que no justifica una transformación tan radical.

5.      Sin embargo, si sabemos que algunos hospitales saldrán más caros para la Comunidad de Madrid cuando sean privatizados de lo que ahora lo son siendo públicos. El Hospital Infanta Leonor de Vallecas, por ejemplo, cuesta al año 100 millones de euros. Atiende a 325.000 madrileños, por lo que la concesionaria que se quede esta joyita, a 411 euros por habitante, recibirá 143 millones de euros al año. Es decir, que el “ahorro” de la privatización nos saldrá un 43% más caro nada más empezar. Un negocio genial, ¿Verdad?

6.      Por último señalar que las dos autonomías que, antes que Madrid, han sido pioneras en España en este modelo privatizador con Catalunya y la Comunidad Valenciana. Las dos están hoy quebradas, en gran medida por sus costes sanitarios. ¿De verdad queremos seguir el ejemplo de ellas?

Pues ahí está el problema. Ningún político se ha parado a escucharnos, y mira que lo han tenido fácil con manifestaciones diarias, manifiestos… en los que los ciudadanos madrileños exponíamos nuestras razones en desacuerdo con la privatización. Pero señores “la pela es la pela”, y parece ser que los políticos madrileños están más por eso que por mantener el Estado de Bienestar, cuyo pilar principal es la sanidad unido a la educación. Son muchas las personas que lucharon hace décadas para implantar el Estado de Bienestar, un concepto con el que se designa a un modelo general de Estado y de la organización social, según la cual el Estado provee ciertos servicios o garantías sociales a la totalidad de los habitantes de un país. Entre estos servicios se encuentra la sanidad.

Y yo me pregunto, ¿mejorará la sanidad pública por cederla a manos privadas? Pues NO. Los centros públicos tienen problemas derivados de la falta de instrumentos de gestión. Quizás la solución sea cambiar estas herramientas y conseguir que los gestores públicos tengas las mismas armas que los privados. Pero no es bueno trasladar la idea de que como la legislación del sistema público es muy restrictiva y hay poca capacidad de acción hay que desprenderse de los centros y dejarlos en manos privadas, que tratan de maximizar beneficios.
 Esta ansia de lucro puede traducirse en una caída de la calidad asistencial. Todo dependerá del nivel de control que pueda tener la autoridad pública sobre las empresas. El problema radica en si esta autoridad, con la información de la que dispone y los recursos que tiene, es capaz de controlarla. Y que quieren que les diga pero me parece que la autoridad pública tiene poco o ningún control sobre las empresas, sino más bien todo lo contrario. Son las empresas privadas las que, como estaos viendo cada día, dominan a esta autoridad pública. En definitiva, si para ganar beneficio se tiene que producir una caída de la calidad asistencial, así será. Aquí lo primero es el dinero, que “la pela es la pela” y para la empresa privado eso va por delante.
 En Estados Unidos, un país liberal económicamente hablando, dos tercios de los hospitales son instituciones no lucrativas. Esto no puede ser casualidad, el sistema se dotó de mecanismos para que el ansia de lucro no afectara a la calidad médica y asistencial.
Si les soy sincera me da miedo pronosticar cual puede ser el futuro de España después de los pasos que se están llevando a cabo. El problema del sector sanitario privado no es tanto su ánimo de lucro, que también, como que los dueños de estas empresas que antes eran profesionales del sector ahora son firmas de capital riesgo internacionalizadas. Ya no sabemos en manos de quien estarán nuestros hospitales privatizados. Si van a ser comprados, vendidos, o por quién van a serlo

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